Los mejores ejercicios para evitar el prolapso

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Hay muchas personas que apoyan la filosofía que dice que mientras que se tenga la mente sana, el cuerpo también lo estará. Sin embargo, la verdad es que para tener un cuerpo saludable es necesario hacer algo más que simplemente llenar nuestra mente con pensamientos positivos.

Para que esto ocurra, también es necesario regirse por una dieta balanceada que incluya alimentos nutritivos y que ayuden al fortalecimiento del cuerpo. Asimismo, también se debe seguir una rutina de ejercicios apropiada.

Al utilizar la palabra “apropiada” me refiero a una rutina de ejercicios que vaya acorde con nuestra edad, capacidades, ritmo de vida y salud física.

Si bien es cierto que los jóvenes, por lo general, hacen ejercicio porque quieren verse bien, al llegar a cierta edad las necesidades cambian y ahora no basta con verse bien, también se requiere sentirse bien.

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De ahí la importancia de hacer ejercicios para fortalecer zonas concretas del cuerpo, con el fin de evitar ciertas condiciones que nos restarían calidad de vida, tal es el caso del prolapso, el cual ocurre cuando tanto los músculos como los ligamentos que componen el suelo pélvico se estiran y debilitan al punto de que ya no sostienen bien el útero, ocasionando que se deslice hacia la vagina o sobresalga de ella.

Puesto que esta es una condición que puede afectar a mujeres de cualquier edad, ¿qué puedes hacer desde ya para evitarlo? Si no tienes la menor idea de qué hacer, no tienes de qué preocuparte. En este breve post conocerás cuáles son los mejores ejercicios para evitar el prolapso.

De esta manera, tendrás la seguridad de que estás ejercitando tu cuerpo de la manera correcta. Es decir, no solo los músculos que todos pueden ver, sino también aquellos que te permiten disfrutar de una vida normal y placentera.

Instrucciones

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Por lo general, el prolapso uterino leve es asintomático, es decir, no produce signos ni síntomas. En el caso del moderado a grave, pueden presentarse:

  • Una sensación de pesadez en la pelvis.
  • La presencia de un tejido que sobresale la vagina.
  • Problemas urinarios, como la retención de la orina.
  • Dificultad para evacuar los intestinos.
  • Sensación de estar sentada sobre una pelota.
  • Problemas a nivel sexual.

Estos síntomas suelen comenzar leves al inicio del día y se van intensificando conforme van transcurriendo las horas. Tal como has podido darte cuenta, se trata de una situación incómoda y hasta dolorosa. Por eso, a fin de evitarla, pon en práctica los ejercicios de Kegel.

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Estos ejercicios implican contraer y relajar aquellos músculos que controlan la orina y que fueron inventados por el sexólogo Arnold Kegel en la década de los 40 y que, en la actualidad, continúan siendo una referencia directa para la recuperación física del posparto. Algunos de estos ejercicios son:

  • El lento: consiste en mantener tensos los músculos que conforman el suelo pélvico y mantenerlos así por unos 5 segundos. Luego, se relajan por otros 5 segundos y el ejercicio se repite.
  • El rápido: en este caso, debes realizar las mismas contracciones, pero sin hacer pausas y con la mayor rapidez que sea posible.
  • El ascensor: consiste en contraer y relajar los tres músculos que conforman el suelo pélvico, de manera simultánea en diferentes tipos.
  • La onda: tal como su nombre así lo indica, se trata de contraer y distender los músculos como si se tratase de una onda, es decir, en primer lugar, el anillo que rodea la uretra, luego el que rodea la vagina y finalmente el que rodea el ano.

Ahora que ya sabes en qué consisten los ejercicios que debes hacer para evitar el prolapso, ¿qué más necesitas saber relacionado con este tema?

Que Necesitas

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Cuando vayas a realizar estos ejercicios debes procurar que sea en lugares en donde no haya ruidos ni ningún tipo de distracción para que puedas concentrarte mejor y para no perturbar la intimidad del momento.

Mientras te habitúas a estos ejercicios, puedes usar ropa cómoda, quizás holgada y variar la posición en la que los haces. Es decir, en unas oportunidades puedes hacerlos mientras estás tumbada en el suelo; otras veces parada y unas más cuando estés sentada.

En la medida que practiques conseguirás controlar mejor la musculatura que conforma el suelo pélvico y, por lo tanto, te será posible realizarlos durante situaciones cotidianas, como mientras miras la televisión o viajas en autobús.

Ahora bien, ¿qué otras recomendaciones debes tener en cuenta para poder realizar estos ejercicios con éxito y así prevenir la presencia de un prolapso uterino?

Consejos

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Es aconsejable que hagas los ejercicios de Kegel cada vez que hayas realizado un esfuerzo físico significativo o después que hayas subido escaleras, ya que estos movimientos pueden llegar a provocar una pérdida de orina.

A fin de ejercitar la zona correctamente, debes esforzarte por no contraer los músculos abdominales, los glúteos o los muslos. Además, estos ejercicios deben de realizarse, al menos, por 4 semanas y los beneficios comenzarán a ser notorios al cabo de unos meses. No obstante, lo más aconsejable es que continúes haciéndolos para evitar que reaparezcan los síntomas iniciales.

Procura no exceder el número de repeticiones al día, ya que si te sobrepasas puedes llegar a ocasionarte distensión muscular a la hora de orinar o de evacuar. Además, debes evitar hacerlos aplicando una fuerza muy grande, ya que los músculos de la vagina podrían llegar a tensionarse mucho y podrías llegar a sentir dolor durante las relaciones sexuales.

Por otra parte, a fin de mejorar la elasticidad muscular y conseguir que haya una mejor recuperación luego de dar a luz, se aconseja masajear la zona perianal con aceite de almendras durante el embarazo en el preparto.

Ahora bien, luego de dar a luz, esta práctica es necesaria a fin de ayudar en la prevención de la incontinencia urinaria y de otros problemas similares.

Tal como has podido darte cuenta, se tratan de ejercicios sencillos que puedes poner en práctica desde hoy, pero que requieren de cierto grado de concentración para que puedas realizarlos de manera efectiva. Por ello, mientras más practiques, mejor te irá en la prevención del prolapso.

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